EL GREMIO DE EDITORES ENSALZA LA ACTIVIDAD DE LA BIBLIOTECA "FRANCISCO DE PEÑARANDA" DE BARCARROTA

Fuentes: HOY.es, QUÉ.es

En sus premios de Fomento de la Lectura ha hecho constar su satisfacción por los «objetivos» de la misma .

La Biblioteca Pública 'Francisco de Peñaranda' de Barcarrota ha recibido esta semana una mención de la Federación del Gremio de Editores de España (FGEE) por «la altísima satisfacción que le suscita el programa de actividades y objetivos» de la misma. Aunque el décimo premio de la FGEE al Fomento de la Lectura se fue para la Biblioteca de Verín (Orense), la mención a Barcarrota ha puesto de manifiesto el interés del trabajo que en la institución barcarroteña desarrolla su bibliotecario, Juanma González, un heredero del espíritu bibliófilo que animó al propietario de la histórica Biblioteca de Barcarrota que da nombre a este centro cultural.

«Dirigimos las actividades a los jóvenes porque son los más reticentes a venir a la biblioteca», dice Juanma González, un oliventino que vive desde hace seis años en Barcarrota y que se convirtió en el bibliotecario de la localidad en el 2009. Las palabras de estímulo que suele dirigir a sus lectores las ha tomado prestadas de la misma Santa Teresa: «Lee y conducirás. No leas y serás conducido».

Su entusiasmo por su trabajo se hace evidente cuando explica que la mención del Gremio de Editores se ha producido por un proyecto de fomento de la lectura en jóvenes con peligro de exclusión social que se desarrolló a lo largo de 2010.

Claro que no es el primer premio que recibe la Biblioteca Municipal que ya fue distinguida con otra mención en los premios nacionales Maria Moliner al fomento de la lectura y con el premio al Mejor Programa Biblitecario de Fomento de la Lectura que concede la Junta de Extremadura.
El secreto del buen hacer de la biblioteca barcarroteña es facilitar la aproximación a los libros como un escalón más de la implicación de sus usuarios en todo tipo de actividades culturales. Juanma González organiza una actividad «fuerte» a la semana que incluye lecturas públicas, cuentacuentos, proyecciones, actuaciones musicales, cursos de empleo de Internet y talleres de medioambiente o comparecencia de escritores. «Esto parece más bien una discoteca, de tanta gente que viene», dice con gracia el bibliotecario que atiende él solo a los más de 50 usuarios que a diario desfilan por la institución.

La biblioteca tiene 14.000 volúmenes, a los que hay que añadir unos 2.000 libros infantiles. De Juanma González dependen todos los aspectos de la recepción y uso de los libros, desde la catalogación hasta su entrega a los lectores. «Más que como profesional trato de acercar a los jóvenes a la biblioteca como amigo», dice aludiendo a su concepción de la institución como un centro vivo que colabore en el desarrollo integral de los usuarios.

«La biblioteca no es un cementerio de libros -afirma con convicción-, es un centro generador de actividades y punto de encuentro común. Si la persona que les atiende es un chaval simpático y enrollado y habla su mismo idioma, los jóvenes empiezan a tener complicidad con el bibliotecario y le cuentan lo que les pasa en la escuela o el instituto».

Juanma González confiesa que vive «por y para la biblioteca» y que se esfuerza en sacar adelante el mayor número posible de proyectos que han revelado su capacidad de acercar a los jóvenes a los libros. «Les digo que es mejor estar aquí participando en actividades y con amigos que estar sentado haciendo el tonto en una plaza».

Pero no sólo los barcarroteños se interesan por su biblioteca. La intensa relación de la localidad pacense con la ciudad nortemericana de Bradenton también ha beneficiado a este centro cultural. Gracias a una donación recibida desde allí por parte de una de las personas interesadas en la personalidad del conquistador Hernando de Soto, la biblioteca ha podido adquirir recientemente un ejemplar sobre él, datado en 1834, del cual sólo existen unos pocos en todo el mundo.

También marca profundamente a esta biblioteca pública su nombre, debido al propietario de la histórica Biblioteca de Barcarrota, Francisco de Peñaranda. «Mucha gente, desde EE UU, me pide información sobre esa biblioteca. También Sergio Carvalho ha escrito 'O segredo de Barcarrota', un libro que ha hecho que en Portugal se hable mucho de la biblioteca, aunque en España parece que hemos pasado un poquito de puntillas sobre ella», opina González.

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