Es un buen momento para conocer la historia de la Biblioteca de Barcarrota. Se trata de un conjunto de los diez libros impresos y un manuscrito del siglo XVI hallado emparedado en agosto de 1992, durante las obras de reforma de una vivienda en esta localidad de la provincia de Badajoz.
Lo más interesante fue que en el alijo descubierto figuraba una edición de 1554 del Lazarillo de Tormes, hasta el momento desconocida.
Los libros encontrados pueden situarse en un arco temporal que va desde 1525 a 1554 y tienen en común su carácter heterodoxo, su condición de textos comprometedores por sus contenidos o por su autoría, y son obras mayoritariamente incluidas en los índices inquisitoriales de libros prohibidos en la época. Una biblioteca clandestina, cuyo perfil explica su ocultación y que hayan pervivido durante varios siglos tras una pared del doblado de una vivienda particular. Los libros fueron adquiridos en 1995 por la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura, que los dio a conocer al público en una exposición organizada en el MEIAC de Badajoz en enero de 1996.
Tal día como hoy de 2002 fue inaugurada oficialmente la Biblioteca de Extremadura en Badajoz, y desde esa fecha se encuentran los ejemplares del hallazgo de Barcarrota entre su fondo antiguo.
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